22 may 2013

Aula abierta en la Casa Encendida


Foto: Juan José Martínez Vázquez.
II Semana de la Diversidad Cultural
Miércoles 22 de mayo 2013
La Casa Encendida, Embajadores-Madrid


 Esta tarde estuvimos en La Casa Encendida como oyentes y participantes  del Aula Abierta y estas fueron nuestras experiencias:


Aula abierta en La Casa Encendida con las profesoras de Asilim, nivel A1+

     Leonor Barreda - Las aulas abiertas siempre son divertidas porque todo el mundo participa y además cuando menos te lo esperas.
     Ha sido muy simpático ver las caras de sorpresa y timidez de los alumnos que iban entrando al aula cuando veían de repente que en su habitual clase en La Casa Encendida  había unas chicas sentadas al fondo y, entre ellas, un chico con una cámara de fotos. Las profesoras Vicky y Azucena que iban a impartir la clase y que les recibían con muchísima amabilidad, les explicaron enseguida quiénes éramos y por qué estábamos ahí. Se notó relajarse el ambiente después de la explicación y más cuando Vicky les pidió que nos hicieran preguntas, a todas, las que quisieran. Nos preguntaron divertidos cómo nos llamábamos y una a una fuimos contestando. La puerta se abrió de repente y apareció un alumno rezagado que en cuanto se sentó se dirigió a una oyente y le preguntó desde su nombre hasta su fecha de nacimiento. Todos nos reímos.

     Le miré y me di cuenta de lo bonito que es cuando empiezas a soltarte en un idioma nuevo, te encanta hablar, parloteas todo con alegría, las palabras son como pájaros, las sueltas una y otra vez Libres. Dejas de tener miedo, bromeas. Es como abrir una caja de colores alegres.

   Era genial verles esperando que les enseñaran, así que las cuatro profesoras perfectamente coordinadas (Azucena y Vicky, como  profesoras titulares, y Nieves y María, como observadoras en prácticas) empezaron la clase. Vicky introdujo la actividad entregando a cada uno de ellos, incluidas nosotras, una foto de una ciudad en la que había números al lado de, por ejemplo, Correos, el Estanco, una Frutería, un Museo, etc. Y en el margen izquierdo las palabras. El ejercicio consistía en asociar la palabra con el número que figuraba en los dibujos. Cuando consiguió llegar al final de la lista, se les hacía la pregunta de “Para comprar pan yo voy a….” y ellos respondían “la panadería”. Para algunos era realmente complicado… pero les veías esforzarse, mirar atentamente los gestos de la profesora, al compañero de al lado.

    Así Vicky terminó su parte y comenzó la de Azucena, que preguntó a los alumnos cuántas cosas había en una ciudad. Todos, como niños, dijeron en voz alta las palabras que conocian: casas, museos, aeropuertos, mercados, coches… Nieves iba apuntando las palabras en la pizarra y María les iba ayudando haciendo preguntas y les daba pistas para que les fuera más fácil recordar más palabras.


    A continuación, se sentaron en mesas formando grupos de cuatro y las profesoras de Asilim nos pidieron a las oyentes si queríamos ayudarles a realizar la última actividad.  Yo me senté con 4 personas, 3 hombres y 1 mujer. Fue divertidísimo. Conseguimos colocar todos los cartoncitos plastificados con frases como “compro fruta”  sobre la foto de una “Frutería” o “doy un paseo” sobre “el parque” y así hasta llenar todo el tablero con cartoncitos amarillos. Nos lo pasamos tan bien que al final la mujer me invitó a asistir el sábado y el domingo a unas clases que imparte ella misma en un centro de Lavapiés para que aprendiera su idioma. ¡Y por supuesto que me encantaría ir!

Cuando me iba caminando despacio por la Calle Lavapiés, contenta por haber asistido una vez más a una actividad de la Semana de la Diversidad Cultural y pensando en que me merecía un café, oí un acento precioso decir ¡Profesora, Profesora! Miré y vi que era uno de los alumnos que había hecho la actividad final conmigo. Iba con el resto de chicos de la clase y todos iban comiendo naranjas, ofreciéndome una me dijo ¡Profesora, ¿naranja tú?
Definitivamente había sido una tarde preciosa.


Foto: Juan José Martínez Vázquez.
 
 "Me llamo María y hoy he podido disfrutar como observadora de una clase de ELE del nivel A1 que estáis impartiendo en la Casa Encendida.
Ha sido una experiencia genial. El material estaba muy bien preparado por parte de los profesores y los alumnos han contribuido con su participación, con lo cual la clase se ha hecho muy amena.
Muchas gracias por dejarme participar en vuestro proyecto, me parece una idea fantástica este tipo de actividades. Un saludo y buena suerte" 


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